Objetivos
La puesta en valor del patrimonio arqueológico, etnográfico y arquitectónico ligado a la costa y en estrecha relación con uno de los caminos de uso tradicional para el desarrollo de actividades tan antiguas como la pesca y el marisqueo.
-
Valorar las posibilidades desde un punto de vista de interés patrimonial como recurso turístico, proponiendo una puesta en uso del área, aportando elementos distintivos propios, con lo que se podrá mejorar y ampliar la oferta turística actual.
-
Mejorar y valorar las condiciones del patrimonio arqueológico, etnográfico y arquitectónico ligado a la costa de Buenavista del Norte.
Conservación y registro de tres enclaves prehistóricos
Algunos de los enclaves arqueológicos se han convertido en lugares de almacenamiento de enseres y basuras de todo tipo, sea por las causas que fueren, en la que prima principalmente el desconocimiento de que están en una zona muy sensible desde el punto de vista patrimonial. Es por ello, que se consideró urgente la intervención en cuanto a limpieza, conservación preventiva y señalización.
Tres yacimientos de los grandes conjuntos arqueológicos conocidos del litoral de Buenavista del Norte se encontraban en un estado de deterioro avanzado. Es por ello que se llevó a cabo una limpieza de conservación preventiva de los mismos.
-
Conjunto de Las Estacas. Se trata de una cueva de habitación y cueva funeraria, afectadas por basura y tránsito de animales. Hasta el momento las cronologías más antiguas sobre el poblamiento de Buenavista del Norte se han obtenido en la base del depósito estratigráfico de las Estacas-1, cuya datación radiocarbónica ha proporcionado una fecha en torno al siglo IV a. C. La utilización de la Estacas como ámbito doméstico se prolonga a lo largo de mucho tiempo hasta el siglo V d. C.
-
Conjunto de Punta Negra. El conocimiento de los concheros del conjunto arqueológico de la Fuente se remonta a finales de la década de los setenta (1977-1979). El conchero se localiza adosado a un frente de colada de unos 15 m, en el extremo oriental de Punta Negra. Se trata de un brazo lávico que se adentra en el mar, dando origen a una gran variedad de ambientes, desde charcos y maretas hasta pequeñas paredes verticales a modo de acantilado bajo. Este conocido conchero forma parte del conjunto arqueológico de La Fuente. Su importancia radica en que en él los aborígenes realizaban las tareas propias de desconchado y preparación de las lapas recogidas en el litoral inmediato.
-
Conjunto de Blancagil. El área conocida como Blancagil es una de las zonas arqueológicas más importantes de Buenavista del Norte. En ella se han documentado diferentes tipos de yacimientos guanches. A través de su estudio podremos obtener información sobre cómo vivían, como eran sus viviendas, y qué actividades diarias desarrollaban.
Estos enclaves fueron sometidos a una limpieza, protección y señalización convenientemente con la finalidad frenar su deterioro, a la espera de nuevas intervenciones que permitan su puesta en valor.
El registro
La aplicación de estas técnicas en el proceso de registro consistieron en obtener una serie de imágenes medibles que permitan su integración en un Sistema de Información Geográfico (SIG), con la intención de utilizar toda la capacidad gráfica y analítica de estas herramientas. El resultado es una imagen rectificada y georreferenciada que puede ser medible para una mejor comprensión de los elementos que componen cada unidad arqueológica. El empleo de esta técnica permite, en el proceso de obtención de datos, mantener un registro gráfico permanente en las áreas de intervención arqueológica, favoreciendo el análisis de las correlaciones espaciales de los objetos en ella representados, mediante la aplicación de los principios básicos de la fotogrametría terrestre.
Previamente al registro, se procedío a una limpieza exhaustiva del interior y exterior de los enclaves arqueológicos, principalmente basuras, que se hallaban en torno a los accesos y perímetros de seguridad de los enclaves arqueológicos. Por razones diversas, como el abandono, desconocimiento y reutilización se ha procedido a hacer uso de las cuevas del entorno como zonas de almacenamiento y vertedero que perjudican el estado de conservación de las superficies.
Seguidamente, se procedió a los trabajos de registro exterior e interior de las cuevas y del resto de unidades arqueológicas.
Las especificidades de cada enclave conllevan actuaciones distintas. Para las cavidades con vestigios materiales de la cultura aborigen, se efectuó un registro de toda la superficie a partir de Fotogrametría,
Dependiendo del método empleado se pueden distinguir tres tipos de fotogrametría: analógica, analítica y digital. En el presente proyecto se siguieron los principios básicos de la fotogrametría digital, la cual utiliza como dato de entrada las fotografías aéreas previamente transformadas a formato digital, reconstruyendo así mismo un modelo espacial lo más real posible a la superficie del yacimiento.
Las Estacas
En el acantilado costero que se desarrolla entre la playa de la Arena y la de Las Monjas, frente a la Punta de las Estacas, se encuentra el conjunto de las Estacas, constituido por una cueva de habitación y una pequeña oquedad, parcialmente desmantelada, utilizada como recinto funerario. No posee espacio exterior, la cavidad se orienta al Norte, recibiendo iluminación directa total, lo que resulta posible gracias a la amplitud de sus acceso (5,10 de ancho), pese a localizarse en una zona de umbría. Las condiciones estructurales de habitabilidad son buenas en general. La morfología original de la cueva debió de experimentar cambios importantes, a causa de un destacado derrumbe de su visera que hoy pueden reconocerse en el acantilado, con la consiguiente reducción de superficie ocupable dentro de la cueva, en un momento en que ésta ya había sido ocupada (Galván, et al., 1999).
Hasta el momento las cronologías más antiguas sobre el poblamiento de Buenavista de el Norte se han obtenido en la base del depósito estratigráfico de las Estacas-1, (nivel XI), cuya datación radiocarbónica ha proporcionando una fecha en torno al siglo IV a. C. La utilización de la Estacas como ámbito doméstico se prolonga a lo largo de mucho tiempo hasta el siglo V d. C. Esto puede indicarnos una cierta estabilidad en la ocupación de la Isla Baja.
Una vez evaluado las afecciones se procedió a la limpieza de su superficie, retirando los deshechos recientes y registrando la microtopografía del suelo con la metodología detalada en este capítulo.
Para una mayor conservación y salvaguarda tanto del importante y espeso depósito estratigráfico como de los vestigios materiales arqueológicos que contiene, así como posibles muestreos de sedimentos para dataciones químicas inalteradas, se procedió a la cubrición de la superficie con un material resistente. De esta manera una vez finalizadas las tareas de fotografía y registro se cubrió la superficie de cada una de las unidades con geotextil, se trata de un no-tejido punzonado de fibras 100% poliéster cuyas propiedades son resistencia a rotura, buena permeabilidad al agua, retenimiento de las partículas finas del suelo, evita la mezcla de partículas de suelos distintos o unidades estratigrafías diferentes, e impide el contacto entre materiales no compatibles. En definitiva actúa de barrera permeable entre materiales de distinta estructura y naturaleza.
Una de las ventajas de este material de conservación de unidades arqueosedimentarias es que no permite la afección por hongos o bacterias, y no contiene nutrientes por lo que no es atacado por roedores ni termitas.
Todo ello facilita la conservación del depósito arqueológico, y la buena praxis a al hora de tomar muestra químicas para analizar los suelos de los diferentes yacimientos arqueológicos.
Posteriormente a la cubrición de toda la superficie sedimentaria y de los materiales arqueológicos, tanto de la cueva de las Estacas como de los otros dos enclaves arqueológicos intervenidos en este proyecto, se procedió a colmatar todas las superficies con tierra, evitando así la pérdida del material impermeable.
El Conchero de Punta Negra
La promoción turística que tuvo el municipio trajo consigo la creación de un campo de golf en el terreno de la Antigua hacienda de la Fuente. Esta intervención modificó el paraje natural conllevando con ello un obligado estudio del Proyecto y su adecuación en el territorio para salvaguardar la unidades arqueológicas identificadas.
De entre los trabajos previstos para la mejora del conjunto viario del litoral de Buenavista del Norte, se proyectó la reanudación de las obras para la finalización de uno de los tramos del viario tradicional del litoral, que bordea la línea de la costa, desde Punta Negra, (donde se localiza el conchero intervenido en proyectos anteriores yen el presente Proyecto), hasta la playa de los Barqueros, coincidiendo con el límite del campo de golf en sus extremos oriental y occidental. Una vez entregada la propuesta del trazado del camino, se realizaron informes de impacto, a partir de los cuales se comprobó que dos de las unidades arqueológicas localizadas en esta zona corrían peligro de desaparecer, como es el caso que nos ocupa del conchero de Punta Negra.
Entre las medidas correctoras propuestas se acordó la intervención arqueológica del conchero de manera parcial y su posterior consolidación.
La evaluación in situ del conchero de Punta Negra tras el paso de los años y la acción de la construcción del campo de golf y el paseo litoral en este tramo de la costa, han deteriorado mucho el aspecot superficial del enclave. A pesar de las medidas de conservarción tomadas tras la excavación parcial del conchero bajo el Proyecto de Bertila Galván Santos, constuyendo incluso un sistema de drenaje anexo, no contribuyeron positivamente a su conservación.
En la actual intervención de preservación y registro se comprobó que las acumulaciones de cascaras de lapas estaban muy afectadas por la bioturbación vegetal
Y por la filtración del agua de escorrentía al deteriorarse el material consolidante queen homegenizaba la superficie del cocnhero.
Además, durante el proceso del registro topográfico, una vez limpia la superficie, se detectó una hilera de bloques de delimita el espacio donde se concentran las acumulaciones de conchas. Este hecho determina de una manera más precise al intencionalidad funcianl de la actividad del marisqueo y procesado de este recurso, de una manera controlada y especializada dentro de la sociedd aborigen.
Entre el material detectado en la superficie alterada del yacimiento y entre los amontonamientos de cascaras de lapas se localizaron alguna piezas arqueológicas, entre ella una pieza de obsidianan de tamaño medio. Según algunas fuentes orales, esa pieza arqueológica estaba contenida en la tierra queen se utilize para la realización de los green del campo de golf.
El grado de importancia de la conservación y pervivencia de los concheros en la costa de Buenavista del Norte, no sólo radica en la conservación de parte de nuestra Historia, sino en la conservación de técnicas de ubicación para el desarrallo de una pesca tradicional en litoral norteño, como hemos comprobado.
Salvaguarda del patrimonio arqueológico.
Tras el registro a partir de fotografías georreferenciadas, donde todos los elementos son contextualizados, tanto el material arqueológico como las unidades arqueosedimentarias, se procedió a la cubrición de las superficies con el material permeable y transpirable, pero de gran resistencia. El geotextil mantendrá el depósito de las cuevas a salvo de cualquier alteración tafonómica, como es la acción de roedores en la estratigrafía.
Finalmente, se cubrió este elemento de conservación con tierra o picón del entorno, añadiendo varias capas hasta conseguir un espesor considerable para evitar posibles expolios en el interior de las unidades arqueológicas.